La mañana amaneció fresquera y con olor a hierva, gracias a la niebla temprana. Me encanta noviembre. Sus colores, su luz. De camino a la boda de Andreas y Cristina paré a tomar un café, y así poder ordenar mis ideas. Para dar todo de mi en una boda que prometía ser muy especial. Empezamos con un reportaje en la Casa del Cofrade, en Albelda de Iregua, muy cerquita de Logroño. Rodeados de viñedos y de su maravilloso olor a barricas.
Ya empezaba a calentar el sol cuando Cristina hizo su llegada a la iglesia, radiante. Con un vestido maravilloso diseño de Patricia Avendaño.
Celebraron la ceremonia en la iglesia de San Martin. Fue una de las ceremonias de boda más divertidas de las que he podido asistir. Posteriormente los dos se trasladaron junto a sus invitados al restaurante La Tapiada, para disfrutar de un Lunch lleno de emociones, risas, y brindis sinceros. Fue una celebración tan increíble y llena de amor, que estoy feliz de poder haber sido testigo de tan bonito vínculo, amor y amistad.
Enhorabuena chicos!
